Si tienes deudas bancarias y no puedes pagarlas, la Ley 20.720 ofrece dos caminos principales para aliviar tu situación: la quiebra (liquidación) y la renegociación. Pero, ¿cuál es la mejor opción para ti? Te explicamos las diferencias clave para que tomes una decisión informada.
1. Quiebra (Liquidación Voluntaria): Cuando No Puedes Pagar
La quiebra permite que una persona natural se libere de sus deudas entregando sus bienes para el pago de los acreedores.
Ventajas:
- Te libera legalmente de las deudas impagas.
- Detiene las acciones de cobranza y embargos.
- No necesitas negociar con los bancos.
Desventajas:
- Puedes perder bienes como propiedades o vehículos.
- Afecta tu historial crediticio por hasta 5 años, dependiendo de la institución financiera y los registros comerciales.
2. Renegociación: Si Aún Puedes Pagar con Nuevas Condiciones
La renegociación es un procedimiento administrativo gratuito ante la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (Superir), donde el deudor negocia nuevas condiciones de pago con sus acreedores.
Ventajas:
- No pierdes tus bienes.
- Puedes acceder a mejores plazos y tasas.
- Es un proceso rápido y gratuito.
Desventajas:
- Necesitas ingresos demostrables para poder pagar la deuda renegociada.
- Depende de la aceptación de los acreedores.
¿Cuál Elegir?
- Si no puedes pagar tus deudas y no tienes ingresos suficientes, la quiebra podría ser la mejor opción para comenzar de nuevo.
- Si aún puedes pagar con un poco de alivio, la renegociación te permitirá evitar el remate de tus bienes.
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